Rafael Juan, como CEO de Vicky Foods, tiene la responsabilidad de dirigir los designios de una de las principales compañías españolas del sector alimenticio, con marcada tradición familiar.
Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Valencia, con formación complementaria en varias escuelas de negocios, como el IESE o la EOI. Para Rafa el éxito consiste en apasionarse a diario con lo que uno hace y sueña con que la empresa familiar, que creó su padre, continúe creciendo una vez cedan el testigo a la tercera generación, a pesar del alto porcentaje de empresas familiares que no sobreviven a dicha generación.
- ¿Hasta qué punto la primigenia empresa familiar, creada por su padre, en la década de los años 50 del siglo pasado, ha realizado un viraje para convertirse en una familia empresarial, formada por más de 2000 empleados, conservando inalterables la esencia y valores originales?
Cuando me preguntan sobre los valores de la empresa y la familia, siempre recurro a nuestros orígenes. Nuestra empresa creció liderada sobre todo por mi madre, viviendo unos inicios muy complicados, cuando mi padre pasó por dificultades financieras. Pasamos de la venta de pan, al negocio de la bollería y gracias a ello, salimos adelante. Estas dificultades iniciales, cambiaron la forma de ser de mi familia, y sobre todo de mi madre, que era una persona muy carismática, ejecutiva, de acción y que buscaba el compromiso de las personas, con cercanía y también escuchando mucho a todos. Su manera de ser nos ha dejado como legado una empresa familiar que tiene una estructura sencilla y ágil. Nuestro desafío es seguir creciendo, manteniendo en cierta manera estas tres características: familiaridad, sencillez y agilidad.
En la actualidad somos tres hermanos los que estamos al frente de la empresa (2ª generación) y hemos tratado de mantener estos valores y la cultura dejada por nuestra madre y al mismo tiempo intentamos tener una organización profesionalizada en la que cada puesto lo ocupe la persona que esté más preparada para ello.
Los miembros de la familia, tenemos que dar ejemplo de esfuerzo y promocionar nuestros valores de respeto, formación, trabajo en equipo, desarrollo de las personas, igualdad, honestidad y de cohesión familiar como modelo de crecimiento de nuestra empresa, debiendo servir de legado a la 3ª generación, que ya forma parte de la empresa.
- Rafa, se viene hablando hasta la extenuación de la necesidad de la transformación digital. ¿Cómo están “pilotando” en Vicky Foods la transformación digital de sus equipos?
La digitalización, para nosotros, no es un concepto nuevo. Llevamos muchos años aplicándola en nuestra organización. En la década de los 80 comenzamos a digitalizar todos los procesos administrativos, de hecho, en mis inicios en la empresa, me dedicaba a realizar programas informáticos porque teníamos necesidad de ello y conseguimos que todas las personas involucradas en la gestión participaran en la digitalización de la mayor parte de estos procesos.
En los 90, continuamos aplicando la digitalización a las líneas de producción, sobre todo por los controles de calidad y la aplicación de la ISO 9000, tratando de evitar la burocratización que nos supondría no haber digitalizado todos los controles de calidad.
Más tarde, en los 2000 empezamos con la robótica, conectando todos los equipos productivos a nuestros servidores, y más recientemente, en la última década estamos inmersos en el Marketing Digital, tratando de involucrar tanto a nuestros clientes como a los consumidores.
Como consecuencia de toda esta disrupción tecnológica que estamos viviendo, surge una doble necesidad: la primera, tenemos que contar con las personas, como las verdaderas aceleradoras del proceso de cambio, siendo esencial el trabajo en equipo para aprovechar todo su talento y la Inteligencia Colectiva que se genera. La segunda necesidad consiste en ser ágiles e imprimir velocidad a los cambios, para adaptarnos al cambio cultural que requieren equipos autogestionados que sean capaces de incorporar la innovación y la flexibilidad que nuestra organización necesita.
Dar la espalda a la influencia de las RRSS, es un lujo que ninguna empresa puede permitirse, por ser una excelente herramienta comunicativa. Los clientes demandan un contacto más directo e inmediato con las compañías a las que están vinculadas.
- ¿De qué modo sacan provecho a las RRSS para establecer estrategias de comunicación y marketing con colaboradores, consumidores finales y proveedores?
En nuestro caso nos permiten llegar a empleados, proveedores, consumidores y en general a cualquier persona o entidad que desee interactuar con la empresa.
Nosotros aprovechamos una red interna, que nos permite compartir información entre los distintos equipos multidisciplinares.
En la comunicación con los consumidores, intentamos ser transparentes y ofrecer una información clara de nuestros productos, como seña de identidad de nuestra marca.
Solemos utilizar diferentes tipos de redes, con diferentes perfiles en cada una, destacando Facebook, donde tenemos más de 1.7 millones de seguidores, Twitter, Instagram o TikTok, que últimamente está tomando más cuerpo en el mundo de la alimentación. También utilizamos nuestro perfil en LinkedIn para publicar nuestras ofertas de empleo, por ser muy útil, al permitirnos llegar a muchas personas y enriquecer enormemente el perfil de los candidatos en los procesos de selección.
Personalmente, trato de estar activo en las Redes por un doble motivo, por una parte, para dar visibilidad a la empresa aprovechando mi cargo, para trasladar noticias sobre la empresa y también recibir input de consumidores, empleados o amigos de todo aquello que tiene que ver con ella, ya sean críticas o virtudes. El otro motivo es intentar dar ejemplo, para que, dentro de la organización cada vez sean más personas las que utilicen sus perfiles en RRSS para comunicar nuestros valores, generando compromiso con la organización y con los mercados en los que trabajamos.
Las redes nos permiten obtener opiniones sinceras y valiosas de nuestros consumidores, que sin duda, nos ayudan a mejorar y por ello tratamos dar respuesta a todos, intentando averiguar las causas de las críticas, con el fin de evitar que se vuelva a repetir un mal producto o un mal servicio. En ocasiones puede ser un fallo en la línea de producción, o que durante el transporte, o en la tienda, se haya deteriorado el producto. También es posible que determinado producto deje de ser del gusto de los consumidores, debido a que los gustos cambian con el tiempo. Como agradecimiento por la ayuda recibida, al facilitarnos la información de que disponen los consumidores, solemos enviarles una muestra de nuestros productos.
En definitiva, las críticas que recibimos, tratamos de revertirlas, mejorando nuestros productos y procesos, y aprovechar las redes a modo de oído bien abierto, nos hace un enorme favor, porque nos ayuda a ser mejores y ofrecer productos con los que los consumidores estén más satisfechos.
- Son numerosos los estudios que afirman que los consumidores se inclinan por marcas que ofrecen vivir nuevas sensaciones, ¿De qué modo desde Vicky Foods tratan de ser lo que se ha dado en llamar una “Lovemark”, fidelizando y contando con prescriptores de su marca?
Nuestra estrategia viene marcada desde hace muchos años por desarrollar productos de calidad a precios competitivos. A pesar de que ya llevábamos previamente más de 20 años de actividad, en realidad despegamos como marca y como empresa cuando mi madre inventó las madalenas cuadradas, en los años 70, al ofrecer un producto de calidad a un precio muy competitivo, con una forma diferente a lo que había en el mercado en esos momentos y con un nombre diferente (Glorias).
Cuando hablamos de calidad, nos referimos a generar una experiencia de consumo que sea excelente y a lo largo de nuestra historia, lo que hemos hecho en ocasiones, ha sido “copiar” productos de la pastelería tradicional o artesanal y llevarlos a la industria, manteniendo las cualidades organolépticas de esos productos, invirtiendo en tecnología de procesos y utilizando ingredientes de excelente calidad. Por ejemplo, desde los años 80 tenemos nuestra granja de aves propia, para abastecernos de los huevos que empleamos en la elaboración de muchos de nuestros productos. También elaboramos todos los chocolates o cremas que necesitamos para bañar o rellenar los productos que así lo requieran.
- Rafael, desde los orígenes de Vicky Foods, la innovación forma parte su ADN, siendo uno de los pilares sobre los que se sustenta su éxito empresarial. Prueba de ello es la reciente creación del Centro de Innovación Nutricional. ¿Qué motivaciones los llevó a la puesta en marcha de dicho centro? A colación de una frase que suele utilizar asiduamente: “Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos”. En el proceso innovador ¿Suelen dar cabida a agentes externos como la Universidad o incluso a la competencia?
Como bien dices, la innovación ha sido desde siempre una de nuestras palancas de crecimiento, junto con la marca y la distribución capilar.
A la innovación dedicamos muchos recursos y hace aproximadamente seis años, nos planteamos cómo era nuestro proceso de innovación a través de un DAFO. Del mismo identificamos una serie de fortalezas, como la creatividad y agilidad a la hora de lanzar nuevos productos, así como la innovación en los procesos, lo que nos hace muy competitivos y fácilmente adaptables a las necesidades de nuestros clientes.
En todo este camino, habíamos dejado de lado a los consumidores y los cambios de hábitos en el consumo que viviremos en los próximos años, donde la salud es una de las mayores preocupaciones. De ahí nos surgió la necesidad de crear el Centro de Innovación Nutricional, ya que nuestra preocupación va más allá y queríamos adaptarnos a la demanda de los consumidores de productos cada vez más saludables: con menor contenido de azúcar, grasas saturadas y sal. Además, elaboramos productos funcionales beneficiosos para la salud, con microalgas o microbióticos. También desde este centro tratamos de impulsar hábitos de vida más saludables para nuestros consumidores y empleados.
Con respecto a la segunda pregunta, esta frase que comentas la escuché hace aproximadamente 19 años, o puede que más, en clase de inglés y se quedó grabada en mi mente y desde aquel día, transformó mi manera de ver el management de nuestra empresa, sobre todo en aquello que tiene que ver con la Inteligencia Colectiva, como comentaba anteriormente.
La innovación tiene que ser más abierta para dar cabida a más conocimiento. Empezamos con temas de robótica y después con desarrollo de productos y desde hace muchos años colaboramos con la Universidad, con Institutos Tecnológicos y con empresas vanguardistas en el desarrollo de nuevas tecnologías, aplicables a la salud y la alimentación.
Con respecto a la competencia, hemos colaborado y compartido conocimientos con alguna empresa de nuestro sector, cuando hemos considerado que nos podía aportar valor.
- El magnate Richard Branson, afirma “Los clientes no son lo primero. Los empleados sí son lo primero. Cuidando a los empleados, éstos cuidarán de los clientes”. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? En Vicky Foods, ¿Cómo fomentan el bienestar laboral de sus empleados?
Estoy completamente de acuerdo con esta afirmación. Hoy en día los empleados deben ser un actor fundamental en la estrategia de las compañías. En nuestro caso tratamos de que lo sean, ya que consideramos que, sin su compromiso, es muy difícil satisfacer a los clientes.
Desde Vicky Foods realizamos distintas acciones a este respecto. Por una parte, promocionamos el trabajo en equipo, dando participación a todos los miembros en la toma de decisiones, de modo que generamos mayor compromiso, llegando en muchas ocasiones a resultados extraordinarios. Aunque reconozco que en este terreno aún nos queda mucho trabajo para integrar a toda la organización en este nuevo modelo.
También entre nuestros valores, destacaría la formación, el desarrollo de las personas, la salud laboral, la igualdad, la promoción interna, la profesionalización de la empresa como te comentaba anteriormente, ocupando los puestos en función de la capacidad y el mérito de las personas e impregnando el modelo de la organización con la autogestión.
En la parte lúdica, realizamos numerosas actividades, como rutas a pie por la montaña, donde congregamos a numerosos empleados, acompañados si así lo desean por familiares y amigos. Solemos hacer una comida anual, a la que está invitada toda la plantilla y sorteamos un viaje entre todos los empleados. En definitiva, tratamos de hacer equipo, con el fin de que la cultura de nuestra organización se parezca a una gran familia.
- En los últimos años, las metodologías Agile se están implantando en todo tipo de organizaciones, con el fin de gestionar equipos de alto rendimiento, trabajando de forma más organizada y más flexible. ¿Es Vicky Foods pionero aplicando este tipo de metodologías?
Como ya te he comentado, el trabajo en equipo es uno de nuestros valores más importantes. Intentamos que cada vez sean más las personas que se incorporan a los distintos equipos multidisciplinares que tenemos.
Lo que buscamos es tener una organización ágil y flexible, que sobre todo aproveche la Inteligencia Colectiva. No hablamos solo del desarrollo de proyectos, sino de todo lo relacionado con un modelo de la organización de mejora continua, desde la entrada de materias primas o las líneas de producción, hasta que llegamos al consumidor.
Aprovechar la Inteligencia Colectiva supone estar muy por encima del talento individual de cada uno de los integrantes de un equipo. Para ello, lo que solemos realizar es Coaching de Equipos, aplicando metodologías que fomenten la participación, la gestión de conflictos, que permitan reuniones más eficaces y en definitiva mayor compromiso de los participantes.
Cada vez más, estamos convencidos de que las decisiones se deben tomar desde los equipos de trabajo y no desde la Dirección, que ha de servir únicamente para marcar la visión o estrategia común de la empresa.
- Una de las frases que se atribuyen al padre de la Inteligencia Emocional, Daniel Goleman es esta: “Si bien te contratarán gracias a tus habilidades técnicas, es muy probable que te despidan por la falta de tus habilidades emocionales” , ¿Qué importancia le dan en Vicky Foods a la Inteligencia Emocional, no solo para despedir a una persona, sino también en los procesos de selección de nuevas incorporaciones?
Creo que la empatía es una competencia imprescindible a la hora de trabajar en equipo, sobre todo en los estadios iniciales. Hay una regla que para nosotros es fundamental, que en Vicky Foods llevamos a rajatabla, y es la de que hay que tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. En todo esto, la Inteligencia Emocional, tiene mucho que ver.
De lo que se trata es que, además de las competencias técnicas, que nadie duda que son muy importantes para el desarrollo de los equipos, para conseguir resultados extraordinarios se necesita el complemento de habilidades emocionales. Es por esto que son tenidas en cuenta en nuestros procesos de selección.
- Cómo Llobero, y amante de sus orígenes, ¿Cómo nos animaría a los foráneos a visitar Villalonga y el resto de la comarca de la Safor?
Es curioso, porque el gentilicio de Llobero, es muy particular. Proviene de lobo y no tiene nada que ver con el nombre del pueblo, Villalonga. Tengo la suerte de vivir en una comarca, cuyo nombre se lo debe al monte que la rodea, que es La Safor. Este monte o cadena montañosa, nos provee de un paisaje con encanto y un clima privilegiado.
Aunque son muy conocidas nuestras playas de Gandia u Oliva, que te permiten disfrutar del mar una gran parte del año, es también destacable nuestro paisaje de montaña y sobre todo la vía verde del Serpis, que es el camino que recorría el antiguo ferrocarril que transportaba las mercancías entre Alcoy y el puerto de Gandia. Un ferrocarril construido en el siglo XIX por una compañía inglesa, y que estuvo activo hasta la década de los 60 del siglo pasado.
Toda la infraestructura fue desmontada, allá por los años 70 y nos ha dejado un paisaje digno de los mejores recorridos de montaña que conozco, que se puede hacer paseando o en bicicleta hasta el vecino pueblo de L’Orxa, y que os invito a todos a visitar.
- ¿Qué lugares o actividades constituyen su particular oasis, con los que desconectar y hacer acopio de fuerzas?
Personalmente me gusta la bicicleta, tanto la de montaña como la de carretera, porque también tenemos rutas de carretera estupendas sobre todo al norte de Alicante, con carreteras poco transitadas y pueblos fantásticos, que invitan a practicar este tipo de ciclismo.
De joven solía rodar en bicicleta a “tumba abierta” por las montañas, y ahora lógicamente uno va con más cuidado. También disfruto mucho de la nieve y, siempre que puedo, me gusta ir en invierno a Los Pirineos a esquiar.
Con la excusa de desayunar, suelo aprovechar los domingos, acompañado de mi mujer o con algunos amigos, para realizar en bicicleta el recorrido que te comentaba antes, de la vía verde del Serpis.
- Rafael, suele ser un lector habitual, ¿Nos podría recomendar alguno de los libros que está leyendo en la actualidad o ha leído recientemente?
He de confesarte que prefiero la lectura de libros del ámbito más profesional, siendo el libro de Frederic Laloux «Reinventando las organizaciones», uno de los que más me ha marcado e inspirado para llevar a cabo nuestro proceso de transformación y generar una holocracia de equipos autogestionados.
- ¿Qué legado le gustaría dejar a sus seres queridos?
Es difícil contestar a esta pregunta. Creo que el mejor legado que les puedo dejar a mis hijos es mi ejemplo.
Lo que he intentado siempre es mirar a los demás como personas, respetando sobre todo los valores en los que creo, que se resumen básicamente en tratar a los demás como me gustaría ser tratado.
Intentando también, en aquellas tareas y proyectos empresariales y asociativos en los que he participado, contribuir para dejar las cosas un poco mejor de lo que estaban cuando llegué.
Soy consciente de que he cometido muchos errores, que no siempre he conseguido dejar las cosas mejor, pero si tengo que formular un deseo para mis hijos, me gustaría que por lo menos lo intentasen con tanta o más energía de la que he puesto yo en ello